INTRODUCCIÓN A LA PARASITOLOGÍA : PARÁSITO Y HUÉSPED

 EL PARÁSITO 

Se define como parásito a todo ser vivo, vegetal o animal, que vive durante toda su existencia, o una parte de ella, a expensas de otro ser vivo, generalmente más potente que él (huésped), causándole daño o no, que puede ser aparente o inaparente, y con el cual mantiene una dependencia obligada y unilateral. Del griego: “PARA” (junto a) “SITOS” (comida).

Existen diversos tipos de parasitismo:

  1. Parasitismo obligatorio: los parásitos necesitan para vivir hacer vida parasitaria. Este estado puede ser permanente, permanente estacionario, periódico o temporario.
  2. Parasitismo facultativo: son seres de vida libre que en circunstancias favorables hacen vida parasitaria.
  3. Parasitismo accidental: no son parásitos verdaderos, pero ocasionalmente pueden serlo.
  4. Parasitismo extraviado: parásitos de los animales, que anormalmente podrían encontrarse en el hombre.
  5. Parasitismo errático: cuando la localización del parásito en el huésped no es en el órgano o tejido habituales.

Ciclos de vida del parásito:

  1. Ciclos directos (monoxenos): son aquellos en los que no es necesaria la presencia de un huésped intermediario. Pueden ser cortos, donde la forma emitida es la infectante, o largos, donde la forma emitida necesita un determinado tiempo en el medio (mayormente el suelo) para transformarse en infectante. En general, los parásitos con ciclos directos cortos son cosmopolitas, mientras que los de ciclos directos largos están condicionados por las situaciones climáticas.
  2. Ciclos indirectos (heteroxenos): son los que necesitan un huésped intermediario para completar su ciclo. La existencia de estas parasitosis en un área determinada depende de la presencia de ese huésped intermediario.


EL HUÉSPED 

El huésped es el individuo en el cual se aloja el parásito, proporcionándole todas las condiciones necesarias para su subsistencia, como alimento, estímulo hormonal para su maduración sexual y crecimiento, o simplemente protección.
Se denomina huésped definitivo al que le permite al parásito desarrollar las formas adultas y sexuadas, y huésped intermediario al que tiene formas en desarrollo o que se reproducen de manera asexuada. Por último, está el huésped accidental, aquel en el cual el parásito no reside comúnmente porque las condiciones no son las adecuadas para su desarrollo y por ende no puede completar su ciclo evolutivo.
Para que se produzca una parasitosis es necesario que confluyan varios factores en el huésped:
  • Factores genéticos y raciales: se ha observado que determinadas razas se infectan más que otras; y dentro de una misma comunidad con individuos de similares características sociales y raciales, algunos se infectan y otros no, lo que estaría relacionado con determinados patrones genéticos.
  • Factores nutricionales: la dieta y el estado nutricional del huésped son de considerable importancia en las formas clínicas de las parasitosis, tanto en la determinación de la presencia de síntomas como en la gravedad de ellos, ya que los parásitos para nutrirse, crecer y, a veces, reproducirse, utilizan todos los nutrientes que les provee el huésped. Los trastornos nutricionales graves pueden influir en la alteración de la resistencia del huésped debido a sus efectos sobre los mecanismos inmunológicos.
  • Factores inmunológicos: entre el huésped y el parásito se establece un equilibrio de inmunoregulación para que ambos sobrevivan. Una vez que el parásito entra en el huésped, éste desarrolla una respuesta inmunológica en la que participan anticuerpos, células efectoras y complemento, y aquél desarrolla sus mecanismos de escape. Hay que destacar que para cada pareja huésped-parásito hay un tipo de respuesta inmune y un mecanismo de escape específicos. 
  • Factores etológicos o de comportamiento: están directamente relacionados con los hábitos y costumbres del huésped. Saber cómo vive, cómo ingiere y prepara sus alimentos, sus condiciones de higiene, etc., brinda información acerca de cómo adquiere la parasitosis. Esto es esencial para establecer una estrategia de prevención.
  • Factores sociales: existe una relación directa entre parasitosis y condiciones socioeconómicas y de educación. Son factores fuertemente predisponentes el hacinamiento, la falta de agua potable, las viviendas deficientes, la desnutrición y la falta de educación sanitaria continua y adecuada.

PARA COMPLEMENTAR LA INFORMACIÓN PUEDES OBSERVAR EL SIGUIENTE VIDEO: 


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